Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Macabeos 15, 32-35

32 Llegó, pues, Atenobio, el amigo del rey, a Jerusalén y al ver la
magnificencia de Simón, su aparador con vajilla de oro y plata y
todo el
esplendor que le rodeaba, quedó asombrado. Le comunicó el mensaje del
rey

33 y Simón le respondió con estas palabras: «Ni nos hemos
apoderado de tierras ajenas ni nos hemos apropiado bienes de otros, sino de
la heredad de nuestros padres. Por algún tiempo la poseyeron injustamente
nuestros enemigos

34 y nosotros, aprovechando una ocasión favorable, hemos
recuperado la heredad de nuestros padres.

35 En cuanto a Joppe y Gázara que nos reclamas, esas ciudades
causaban graves daños al pueblo y asolaban nuestro país. Por ellas daremos
cien talentos.» No respondió palabra Atenobio,